Consejos y rutinas para ayudar a nuestros hijos a estudiar
Dentro de la Unión Europea, España ocupa el segundo país en fracaso escolar, con un porcentaje de jóvenes entre 18 y 24 años del 19% que abandonan antes de tiempo el sistema educativo. Se asume que este abandono tiene una gran relación con la manera de estudiar implementada en el país, donde los alumnos quedan como receptores pasivos de materia, de forma que no conectan con el contenido académico y acaban desmotivándose a la hora de estudiar.
Ante estos datos, es importante plantearse un nuevo modelo de estudio ya para los más pequeños, para conseguir que adopten una rutina mucho más atractiva que evolucione con ellos a lo largo de los años.
Consejos para que los niños aprendan a estudiar
Buscar un lugar para el estudio
Es importante habilitar un lugar que el niño relacione con el estudio. Por eso se aconseja estudiar siempre en el mismo espacio, que deberá ser cómodo y estar limpio y ordenado, además de carecer de distracciones que puedan romper con la rutina de estudio que estamos intentando inculcar al pequeño.
Planificar los deberes
Es de vital trascendencia que los niños aprendan desde pequeños a planificar sus tareas y deberes y a gestionar el tiempo que tienen para hacerlos, de esa manera haremos que ganen en disciplina y en autosuficiencia. Lo mejor para esto es enseñarles a crear una lista de tareas y el orden que tienen que seguir para cumplirla, empezando siempre por lo más difícil y acabando con lo más sencillo.
También podemos ayudarles a componer un calendario, donde tengan incluidas las horas de ocio y sus actividades extraescolares. De esa forma tan visual aprenderán a organizar su propio tiempo para llegar a todas sus pequeñas obligaciones.
Busca herramientas que faciliten el estudio
Algunos sencillos artilugios, como los atriles, mejoran el rendimiento de los más pequeños. Al apoyar el libro de estudio en un atril conseguimos que éste quede perpendicular a la vista, por lo que ganamos una posición mucho más cómoda y que hace que aumente la capacidad de estudio de los niños. Además, como nos recuerdan en oficinatop.com, existen numerosos estudios y experimentos que relacionan el uso de atriles para el estudio con la consecución de mejores calificaciones en los niños que los empleaban.
Decidir un tiempo de estudio
El tiempo continuo dependerá de la edad del pequeño. La recomendación general es empezar por 10-15 minutos para nenes de entre 3 y 6 años, así conseguiremos que se vaya habituando a un horario de estudio. Conforme el niño vaya creciendo, recomendamos que ese tiempo también se aumente. Así, a los 8 años debería estudiar 30 minutos, a los 10 años, 45 minutos y al menos una hora a partir de los 12 años de edad.
Enseñarles a hacer pausas
Ligado al punto anterior, es importante señalar que el nivel de concentración de estudio de los niños más pequeños empieza a decaer a la media hora de comenzar, aproximadamente. Por eso se recomienda hacer pequeñas pausas de unos 5 minutos cada 25 minutos de estudio, más o menos. De esa manera, nuestros hijos serán capaces de mejorar su capacidad de retentiva.
Esfuérzate en motivarles
Un niño desmotivado es un niño que difícilmente sacará algún provecho de ponerse a hacer las tareas del colegio. Lo mejor que puedes hacer por ellos no es obligarles a sentarse ante los deberes, sino esforzarte tú también en mantener su motivación por los estudios. Hazles ver lo mucho que están avanzando, que noten que estás orgullosos del empeño que ponen y, así, tendrán más ganas de seguir esforzándose. A fin de cuentas, la atención de los adultos y en especial de los padres es el mejor premio que puede tener un niño pequeño y el mayor chute de motivación.
Haz que estudiar sea divertido
Es uno de los consejos más complicados de seguir, pero existen muchas formas de educar de forma amena y entretenida, bien sea mediante canciones, rimas o con métodos audiovisuales. Además, si pasas ese tiempo con ellos, tendrán más ganas de hacer sus tareas que si están solos.
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