Bebés en avión
Para viajar con un niño el avión es probablemente el mejor medio de transporte. El avión es el medio más rápido. Por tanto, es el menos cansado para el bebé y para los padres, que estarán también más descansados y, por tanto, más atentos y disponibles.
Desde la 3 semana de vida, el bebé puede coger un avión. Si has cogido un billete de avión para el bebé, es aconsejable llevar un asiento para niño: es práctico para que los niños pequeños descansen allà cuando se duerman y es más descansado para los padres, que no tienen que llevar todo el tiempo al niño en brazos. IndÃcalo en el momento de la reserva y del registro, ya que los asientos para niños deben estar al lado de la ventana y no pueden estar instalados cerca de las salidas de emergencia.
Para la higiene del bebé no hay ningún tipo de problema, ya que todos los aseos de los aviones están equipados con mesas para cambiar al pequeño. En cuanto a la alimentación, consulta con la compañÃa si puedes llevar tus propios potitos y si estos podrán pasar el control de seguridad. Lo que sà debes saber es que la mayorÃa de las compañÃas proponen potitos para los bebés. Consúltalo con tu compañÃa de vuelo. Esto aliviará tu equipaje de mano.
Las tarifas para los niños de menos de 2 años son, generalmente, de un 10 al 20 % de la tarifa normal. No obstante, ciertas compañÃas no los harán pagar el sitio. Para niños de 2 hasta 12 años, la tarifa es del 50 % de la tarifa normal. Aunque ellos dispondrán de un asiento propio.
El aire presurizado de la cabina es seco y deshidratante. Tenlo en cuenta y haz beber mucho al niño. Además, si el pequeño ha estado resfriado o si todavÃa lo está, revisa sus tÃmpanos unos dÃas antes de la salida con el fin de estar seguros que no tiene otitis. No dudes en pedir cita con el pediatra o el médico que sigue habitualmente a tu bebé. Una última advertencia: limpia cuidadosamente la nariz del pequeño unos minutos antes del despegue y del aterrizaje.
Para evitar dolor de oÃdos en el pequeño debido a los cambios de presión del despegue y del aterrizaje, haz beber al niño, dale el chupete o incluso una galleta para que vaya mordiendo. La finalidad de todo esto es hacerle tragar regularmente. Ten sus juguetes, libros, peluche o chupete a mano.
Una última apreciación: si lleváis el cochecito de bebé al viaje, remárcalo en el momento de la reserva, señalando sus dimensiones exactas una vez está plegado.
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