Dudas sobre el parto

¿Van a meterme directamente en la sala? ¿Podré comer? ¿Beber? ¿En qué posición deberé instalarme? ¿El papá podrá quedarse conmigo en todo momento? Seguramente tendrás algunas de estas preguntas referentes al parto. Son del todo normales, no te procupes. En el siguiente artículo vamos a intentar resolver esas preguntas que te han podido surgir sobre este momento tan importante en vuestras vidas.

¿Van a meterme directamente en la sala?

No y sí. No lo harán si estás al principio de la fase de dilatación y las contracciones son espaciadas. Si el examen es normal y prefieres quedarte en tu habitación o ir pasear, podrás hacerlo hasta que se acerque la hora del parto. Y sí lo harán si estás con el parto muy avanzado o si han detectado cualquier anomalía.

¿Voy a estar sentada, totalmente acostada? ¿Podré moverme?

De ti depende que posición adoptar, dependiendo de como soportas mejor las contracciones uterinas. No dudes en hablar de eso con la comadrona y en poner en práctica lo que aprendiste en los cursos de preparación al parto.

Cuando comience el proceso del parto, ¿podré comer? ¿y beber?

Existen diferentes puntos de vista, pero en teoría sí. Antes, debido a las grandes cantidades de analgésicos y a la anestesia general, se aconsejaba no ingerir alimentos para evitar el riesgo de vomito y la posterior aspiración del contenido estomacal hacia los pulmones, causando asfixia. Actualmente ya no se suministran medicamentos tan fuertes y rara vez se utiliza anestesia general para el parto.

Lo que sí se recomienda es no ingerir alimentos grasosos ya que de haber náuseas, éstas pueden derivar en vómito. Y aunque no sería peligroso, sí representaría un malestar adicional. Comer alimentos como gelatina, frutas o tostadas puede ayudar a almacenar energía para usar en el momento del parto. También está recomendado tomar bebidas transparentes como el zumo de manzana. El consejo fundamental es consumir alimentos ligeros.

¿Qué posición puedo adoptar para dar a luz?

El modo clásico, la posición ginecológica, es la más usada. Ésta permite seguir bien la progresión del bebé y guardar un registro correcto del ritmo cardiaco durante la fase de expulsión. Las camas de parto han sido mejoradas para permitir una comodidad más grande para la futura mamá. De todas maneras no dudes en hablar de ello con la comadrona, si otra posición te resulta más cómoda.

¿El papá puede quedarse en cualquier circunstancia a mi lado?

Su presencia es cada vez más apreciada en las salas de parto. Su presencia al lado de la mujer ofrece un verdadero sostén moral para ella, además de un acompañamiento. Una preparación al parto conjunta privilegia su participación, su implicación.

Después del parto, ¿qué ocurre?

Durante las dos horas posteriores al parto, permaneces en la sala del parto. La comadrona y\o enfermera vigilan tu tensión arterial, tu pulso, tu temperatura, las hemorragias vaginales y, por supuesto, la involución uterina. Es decir, la manera en la que el útero se contrae para recuperar poco a poco su posición original.

Pero es también un momento privilegiado para conocer al bebé. Este primer contacto es primordial para comenzar bien la lactancia materna si ésta es tu elección. En efecto, la toma de pecho precoz es una garantía para su buen comienzo. La comadrona te explicará las diferentes posiciones para amamantar, cómo presentar el pezón, la duración de las tomas, etc.

Con papá, aprovecha este momento de reposo y dulces caricias, para descubrir al bebé y que éste descubra su nuevo entorno.