Necesidades nutritivas en la adolescencia
Con el principio de la pubertad, el crecimiento del adolescente se acelera. En cinco años, su peso puede incluso doblarse. Durante todo este perÃodo tiene necesidades muy especÃficas, particularmente de hierro y de calcio. Como padres, es importante continuar ofreciéndole referencias y velando por su alimentación, incluso si se opone a ellas o reniega de ciertas reglas, reacción clásica en esta etapa.
En la adolescencia: necesidades nutritivas especÃficas
La base de la alimentación de un adolescente permanece más o menos idéntica a la que tenÃa cuando era niño. Lo único que variará serán las porciones, que aumentarán al igual que el consumo privilegiado de ciertos alimentos. Pero es inútil eso de "comer como 4 para crecer bien". Una alimentación de calidad, variada, en cantidades adaptadas y una actividad fÃsica regular, bastarán para asegurar su crecimiento y su salud.
Durante todo el perÃodo de la adolescencia, las necesidades en calorÃas, proteÃnas, vitaminas y minerales aumentan. Pero demasiados adolescentes, sobre todo las chicas, tienen costumbres alimenticias que arrastran deficiencias, particularmente de calcio y de hierro.
La deficiencia de hierro es frecuente en la adolescencia, particularmente debido a las pérdidas propias de las reglas. Esta deficiencia es aún más frecuente si el adolescente consume poca carne o pescado. Esta falta puede acarrear anemia y, con ella, fatiga. Es recomendable pues comer carne, pescado o huevos una o dos veces al dÃa. También son importantÃsimas las verduras, aunque el hierro que ellas contienen sea absorbido peor.
El calcio y la vitamina D, indispensables. La insuficiencia de aportaciones de calcio debilita los huesos y se corre el riesgo de favorecer una osteoporosis precoz. Es durante la infancia y la adolescencia que se debe formar un esqueleto sólido y después conservarlo, consumiendo regularmente alimentos que aportan calcio. Tampoco olvidemos la vitamina D, para la buena utilización del calcio por el cuerpo.
Comidas estructuradas y regulares. Tres comidas al dÃa son importantes. Para que el adolescente no se salte el desayuno y no picotee todo la mañana, trata de tomar el desayuno con él para darle ganas de comer.
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