Octavo mes del embarazo

En este periodo el bebé empieza una fase donde cogerá mucho peso. En este mes aún se moverá mucho ya que comienza a ponerse en la buena posición para el parto (cabeza abajo). Es el tiempo de los  preparativos para la llegada de bebé: la habitación, el material, el neceser de aseo,…

Llegada a este punto, necesitas grandes periodos de descanso. A menudo tendrás contracciones no dolorosas. Es un fenómeno normal, no te preocupes. La pelvis te dolerá a veces. Y es que las hormonas actúan sobre los ligamentos y los suavizan. Los huesos se hacen más móviles y tu pelvis se abre para dejar paso al bebé.

OCTAVO MES DE EMBARAZO

El bebé crece. El crecimiento se acelera. Una capa de grasa se forma bajo su piel y ésta comenzará a tomar el aspecto rollizo de los recién nacidos. Esta grasa es importante, porque después del nacimiento ella le permitirá mantener una temperatura normal en un medio ambiente menos blando que tu útero. Sus miembros se alargan. Los huesos continúan calcificándose, pero dejando unos espacios vacíos al nivel de su cráneo: esto es lo que permitirá al cerebro continuar creciendo, incluso después del parto. El bebé se mueve y comienza a preparar la vía de salida: cabeza abajo y nalgas arriba. Esta posición puede cambiar hasta principios del noveno mes.

El bebé traga mucho líquido amniótico lo que contribuye a la maduración de su sistema digestivo. Orina también mucho, por lo que el líquido amniótico se renueva muchas veces al día. Sus pulmones persisten su maduración y se preparan para la vida extrauterina. Esta maduración terminará a principios del noveno mes. La placenta crece con el bebé con la finalidad de ocuparse de sus grandes necesidades energéticas. A finales del octavo mes el pequeño pesa cerca de 2.5 kg y mide alrededor de los 47 cm.

Revisión del noveno mes

Es la penúltima cita con el ginecólogo antes del embarazo, pero la revisión será practicamente la misma. La ecografía del tercer trimestre también permite verificar el crecimiento y la morfología de tu niño. Debes acelerar en lo sucesivo tu preparación para el parto y evitar alejarte demasiado de la maternidad.

El médico examina la pelvis maternal, verifica su normalidad, es decir, asegurándose que la cabeza del bebé podrá pasar bien a través de este canal estrecho formado por los huesos de la pelvis. La altura uterina se hace importante, debe medir aproximadamente 30 cm. El bienestar del bebé se controlará: sus movimientos activos, su actividad y su ritmo cardiaco, su posición en el vientre de mamá, la cantidad de líquido amniótico,…

Preparación para el parto

Ya sabes dónde vas a dar la luz y el lugar ya te es familiar. No te olvides de ejercitarte regularmente según el método que te enseñaron en las clases de preparación al parto. Si el médico que sigue tu embarazo no es tu tocólogo, debes tener una cita con éste último por lo menos una vez durante el noveno mes. También debes tener una consulta de anestesia en el mismo recinto.

Consejos a tener en cuenta

Se acabaron los viajes en coche, sobre todo a distancias medias o largas. Evita también a partir de ahora alejarte demasiado del lugar dónde darás a luz.