Cuarto mes de embarazo
Tu vientre comienza a redondearse y cada vez es más evidente tu estado. Y es que el bebé ya es toda una personita. El pequeño cada vez ocupa más sitio, lo que puede ocasionarte algunos disgustos. Pero podrás exponerle todas tus preguntas a tu médico en el momento del segundo examen prenatal. En este mes, ciertas mamás (particularmente las que ya han tenido niños) comienzan a sentir al bebé.
CUARTO MES DE EMBARAZO
En este cuarto mes el bebé crece, ¡¡y crece mucho!!. Este crecimiento se refiere sobre todo a los miembros que crecen y se alargan, asà como al cuerpo en conjunto. En este perÃodo el pequeño se mueve mucho, asà que puede que durante este mes sea la primera vez que lo sientes moverse. Estas primeras sensaciones pueden parecerse a una impresión de gorgoteo intestinal, pero notarás rápidamente la diferencia.
La cabeza, que era muy grande con relación al resto del cuerpo, se hace proporcionalmente menos voluminosa. Las estructuras del cerebro se desarrollan, particularmente el cerebelo, el órgano que permite una buena coordinación de los movimientos. El bebé es sensible al tacto y su gusto se desarrolla. Puede acariciarlo a través de tu vientre: El pequeño percibirá tus caricias y las apreciará.
Su piel todavÃa es muy fina y aún no contiene queratina, (la sustancia que forma lo esencial de la epidermis). Los pequeños vasos sanguÃneos cutáneos son visibles. El pelo y las uñas crecen. El bebé se recubre de una pequeña capa, que desaparecerá más tarde. El bebé se mueve mucho y puede que lo sientas pero primera vez. Sus movimientos empiezan a ser un poco más coordinados.
Sus manos están enteramente formadas y sus uñas están en el sitio correcto. Al final del cuarto mes, el bebé mide 20cm y pesa alrededor de los 250 gramos.
Segunda visita al ginecólogo
Este segundo examen es importante. En el trascurso de éste, el ginecólogo te pesará (algunas mamás tendrán la mala sorpresa de haber cogido algunos kilos más innecesarios. Atención con la gula y las malas costumbres alimenticias), verificará tu tensión arterial (deber permanecer normal, puede que un poco más baja de lo normal, durante todo el embarazo). También procederá a un examen de orina (para verificar la ausencia de azúcar y de albúmina) y una serologÃa para la toxoplasmosis y la rubeola.
El estado de tu cuello de útero (para asegurarse de que éste no está demasiado abierto) y del ritmo cardiaco del bebé, también serán controlados. La actividad cardÃaca es registrada mediante un pequeño aparato de ultrasonidos o por una ecografÃa. Éste te permitirá escuchar de nuevo ese ritmo tan rápido y tan particular de los latidos del corazón de tu bebé. Si sufres anemia (muy frecuente durante el embarazo), tu médico te prescribirá un tratamiento de hierro para recargar las pilas.
Tu médico te propondrá seguramente hacer una toma de sangre para evaluar el riesgo de tener un niño portador de la TrisomÃa 21 o SÃndrome de Down. A este examen se le llama "la prueba triple". La Trisomia 21 es la anomalÃa cromosómica más frecuente, aunque también la más difÃcil de diagnosticar.
Consejos a tener en cuenta
Al igual que te aconsejábamos en los meses anteriores de embarazo, no debes tomar ningún medicamento sin consentimiento médico. Puede ser muy perjudicial para el pequeño. Puedes comer de todo en cantidades razonables y cuidado con los gatos, carnes mal cocidas y lechugas mal lavadas por la toxoplasmosis. Evita beber bebidas alcohólicas y, si fumas, reduce su consumo al mÃnimo. Si puedes dejar de fumar, mejor.
Practica regularmente un deporte suave (natación, marcha,...). Esto contribuirá a mantenerte en forma y a fortalecer tu cuerpo. Evita en lo posible los factores de cansancio excesivo y los trayectos largos en coche. Al bebé no le gustan las vibraciones y prefiere el tren o mejor el avión. Piénsalo si tienes que planificar las vacaciones o alguna salida.
En caso de dolores de ligamentos, consulta a tu médico para estar segura que no hay nada anormal en ellos. Antálgicos y descanso pueden ayudar, pero evita la automedicación y toma sólo productos prescritos por tu médico. Salvo indicación contrario de tu ginecólogo, puedes continuar llevando una vida sexual idéntica a la que llevabas antes de estar embarazada.
En caso de ardor o dolor al orinar, consulta a tu médico. Un examen simple de orina eliminará o confirmará el diagnóstico de infección urinaria. Bebe abundantemente y no esperes para ir a los aseos. En caso de estreñimiento, piensa que debes beber regularmente y comer bastante fibra. Bebe agua y haz ejercicio suave, lo que te ayudará a resolver este pequeño problema.
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