Deporte: desarrollo psicológico

El deporte y el desarrollo psicológico del niño

Desde un punto de vista psicológico, se ha estudiado que los deportes de equipo están particularmente indicados para niños más bien introvertidos. Con los deportes de equipo, el niño aprender a colaborar con sus compañeros, relacionarse con ellos, apoyarse en ellos,... Además, también aprenden a respetar las reglas del juego y a sus compañeros. A la hora de elegir un deporte de equipo, no penséis únicamente en el fútbol.

Muestra a tu hijo otros deportes como el baloncesto, el vóleibol, el rugby, el hockey,... Recuerda que en cualquier club, el niño puede probar uno o dos días y ver si le gusta ese deporte. Con esto no queremos decir que no le dejes jugar al fútbol si es lo quiere realmente. Lo que pretendemos es que el niño pruebe para descubrir lo que más le guste, y que no sólo se deje llevar por la repercusión del fútbol.

En cambio, los deportes individuales ejercidos en solitario (natación, baile, esquí, atletismo, etc.), son recomendables más concretamente para niños extrovertidos que tienen dificultades para canalizar su energía.

Evidentemente, cada niño es único y puede tener preferencias o capacidades que le incitarán a practicar uno u otro deporte. Es frecuente que un niño comience en un deporte y al año siguiente quiera cambiar. O incluso quiera cambiarse durante el curso. Recuerda que no debemos obligar a nuestro hijo a practicar un deporte que no quiere, aunque sí es bueno que le inculquemos que debe terminar un ciclo o una tarea que ha empezado.

Es decir, debemos intentar que el niño se dé cuenta que debe terminar el año que ha empezado y esperar al año siguiente para probar otro deporte. Esta será una excelente enseñanza para la vida, mostrándole que debe ser constante y responsable de sus actos, acabando todo lo que ha empezado.