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 Equitación 
 
 El caballo  es muy a menudo el animal preferido de los niños. Imponente y elegante, el  caballo es un protagonista disponible que se deja conquistar y al mismo tiempo  dirigir. La equitación es una actividad deportiva que se puede empezar desde la  edad más temprana y que le permite a los más pequeños desarrollarse  correctamente tanto desde el punto de vista fÃsico como psÃquico. 
El  elemento fundamental en sà mismo es el caballo y la interacción entre el niño y  él. El animal no es un instrumento simple: está vivo. El caballo representa una  dinámica de intercambio activo: él se deja acariciar y tocar, pero pide también  ser respetado, cuidado, cepillado y alimentado. Una interesante y completa  relación se establece entre el animal y el niño, que será útil para desarrollar el sentido de la responsabilidad y del  respeto en el niño.  
Y es  que para aprender a montar, en efecto, el niño debe necesariamente estar en  sintonÃa con el caballo y con sus movimientos. Esta necesidad estimula la  musculatura del niño, además de la  coordinación y del sentido del equilibrio. La confianza que se genera entre el animal y el niño también es  importantÃsima. La actividad ecuestre generalmente se practica en grupos con un  carácter lúdico y deportivo que favorece la maduración social y la adaptación  al medio ambiente. 
¿Para qué niños está  aconsejada la equitación? 
  La  equitación es un deporte adaptado para niños que presentan comportamientos  particularmente solitarios y cerrados, pero también con una cierta pasividad,  falta de ánimo o con baja confianza en ellos y en sus propias capacidades. La  equitación es también un deporte adaptado para los niños impulsivos, que tienen  dificultad para concentrarse. Ellos pueden encontrar atracción por el caballo y  centrar en él su interés.  
El  niño percibe conforme transcurren las sesiones que su complicidad con el  caballo o el poney es mayor y se siente poco a poco más confiado y fuerte. La  tolerancia al esfuerzo y la percepción de la relación con el otro (en este caso  el caballo), es también importante.  
En  resumen, la práctica de esta actividad conduce al niño a la adquisición de  seguridad y confianza en sus propias aptitudes. Sin olvidar el enriquecimiento  de la experiencia y la superación de los miedos gracias a la conquista de la  autonomÃa y de la capacidad de decidir.  
 
 
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