Cómo debe ser un colchón para niños
El colchón es un elemento fundamental para garantizar el descanso de los niños y es por ello que se trata de una decisión que nunca debe tomarse a la ligera. En este artículo te contamos cómo debe ser un colchón para niños y te damos los mejores consejos y recomendaciones para ayudarte a escogerlo. Sigue leyendo para saber cómo debe ser un colchón para niños.
Consejos para elegir un colchón para niños
Los colchones para niños deben garantizar a los pequeños que van a poder descansar al máximo para poder enfrentar de forma eficiente todos los retos de su día a día. Para ello, lo primero que se debe tener en cuenta es que los niños crecen más rápido que los adultos y por tanto es fundamental elegir opciones que se vayan a adaptar a sus diferentes necesidades a nivel de firmeza y de confort. Por otro lado, otros puntos importantes serán valorar que el colchón vaya a ser transpirable y también garantizar su higiene en el descanso.
Para escoger bien el colchón para niños el primer paso a tener en cuenta es que se debe valorar la edad de los pequeños. Para los bebés de entre cero a dos años cuando los niños pasan mucho tiempo durmiendo elegir un buen colchón es clave. Como nos explican los expertos en colchones para bebés de Lemur.baby los colchones para pequeños deben ofrecer una firmeza alta, pero a la vez garantizar que se trate de un colchón adaptable, sobre todo en la zona de la cabeza. Este tipo de colchones son la mejor alternativa porque evitan y previenen el riesgo de que los pequeños puedan parecer una plagiocefalia postural, que es el problema que sucede cuando los bebés pasan mucho tiempo con la cabeza tumbada hacia un lado en un colchón muy demasiado firme.
El colchón para bebés también debe garantizar una óptima higiene porque es normal que los pequeños puedan tener escapes de sus pañales o vomitar encima del colchón. De esta manera deben elegirse colchones desenfundables, transpirables y lavables en lavadora.
Asimismo, también es importante seleccionar siempre colchones para niños que sean frescos y transpirables con sistema anti-asfixia. Estos modelos no deben crear efecto molde en la cabeza del bebé y deben estar preparados para que el bebé pueda respirar de forma sencilla hasta que cualquier adulto pueda cambiarlo hasta una posición más segura.
Para los niños de dos a nueve años se deben buscar colchones que les permitan hacer la transición desde la cuna a la cama de mayores con normalidad. Estos colchones deben tener una firmeza alta que se adapte a la perfección a todas las partes del cuerpo de los niños y que ofrezcan un gran nivel de confort que les permia alinear la columna.
Además es importante que el colchón para niños también les permita una óptima transpiración, ya que los niños de estas edades suelen tener una actividad diaria muy intensa y su metabolismo suele funcionar rápidamente. De esta forma, al ofrecerles colchones transpirables es posible mejorar su calidad de descanso en los meses más calurosos del año. Por último los expertos recomiendan que los colchones también sean desenfundables porque es normal que se acumulen muchos ácaros en su superficie y por tanto el seleccionar un colchón para niños que sea desenfundable y que se pueda lavar sin problemas en la lavadora es la alternativa más higiénica y facilitará las tareas de limpieza de todo el colchón.
Por último, para los niños mayores de a partir de nueve años los colchones deben adaptarse a los rápidos cambios de su fisionomía ofreciéndoles un óptimo apoyo para cuidar y proteger la zona de la espalda. Estos colchones deben ser evolutivos o multi-etapas. Se trata de colchones con diferentes acolchados que se adaptarán cómodamente a cada etapa de los niños, para ofrecerles el mejor confort posible en cada etapa de su crecimiento.
Asimismo, los colchones para niños también deben garantizar una alta transpirabilidad porque a esas edades los cambios de hormonas pueden hacer que los niños suden mucho si no duermen en colchones elaborados con materiales altamente transpirables. El contar con colchones fabricados con materiales transpirables y con una sencilla ventilación es básico para lograr muchísima calidad de descanso en las horas de sueño de los niños.
Por último es mejor escoger diseños con fundas lavables para conseguir una óptima higienización, pero también para garantizar que el colchón va a poder acompañar a los niños en su crecimiento desde la pre adolescencia hasta la edad adulta.
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