Cuarto mes del bebé
A los cuatro meses el pequeño ya no quiere permanecer al margen de nada. Quiere participar en todo, integrarse plenamente con los suyos, sentirse importante,... Para conseguir todo esto, para atraer la atención de su entorno, utiliza sus gritos y sus sonidos. Lo que para él es "su lenguaje". A la edad de cuatro meses, el bebé comienza a seleccionar los ruidos que consiguen o no captar su atención. Su gran juego de esta etapa son las vocalizaciones: se entrenará con toda clase de ruidos, sonidos y técnicas. Diviértete con él haciéndole descubrir nuevos sonidos producidos por la boca. No esperes que reproduzca tu sonido, pero sà lo intentará.
El pequeño consigue mantenerse sentado, sosteniéndose ligeramente y puede levantar su cabeza y sus piernas cuando está acostado sobre la espalda. Sobre el vientre, mantiene sus piernas en extensión. Coge todos los objetos a su alcance y se divertirá mucho con su "ruidoso" sonajero. Le gustan los sonidos, hacer ruidos y reÃrse a carcajadas. Si le llamas, girará la cabeza. SonrÃe viendo su reflejo en el espejo. Su visión de los colores es ahora casi tan nÃtida como la de un adulto. Está en una época muy sociable, donde no le gusta estar sólo mucho tiempo.
Acostado sobre su vientre, boca abajo, el bebé se apoyado sobre sus antebrazos, levanta su cabeza y puede girarla. El bebé empieza a cogerle el gusto a esa posición, aunque se cansa rápidamente. El bebé pasa con facilidad de esta postura a la postura lateral. El pequeño ya coge con facilidad los objetos que le ofrecemos y juega con ellos agitándolos, girándolos en todos los sentidos y llevándolos a su boca. Le encanta coger, tantear, manipular, chupar, acariciar...
Ésta en una fase en la que le encanta llevárselo todo a la boca. Es su forma de explorar el mundo que lo rodea. Llega a parece que todo nuevo descubrimiento debe pasar por su boca. Por ello, en este perÃodo los padres deben estar muy vigilantes y retirar todo lo que podrÃa tragarse el bebé o lo que podrÃa herirle. Sólo hay que ofrecerle objetos robustos que el niño no puede tragar y con los que no se ahogará. Ayudando al niño, este ya intenta levantarse y ponerse de pie, aunque no aún no lo conseguirá del todo.
Aunque sà sabe que existen, aún no completamente consciente de la permanencia de los objetos cuando éstos están fuera de su campo de visión. Para ayudarle a progresar, puedes hacer con él pequeños juegos, como mostrarle y esconderle sucesivamente tu cara o un objeto. Este juego que seguro hemos visto hacer mil veces es buenÃsimo para los bebés.
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