Dislexia
La dislexia es un problema que afecta a la capacidad de leer y de escribir del niño, impidiendo que se realice de una manera fluida y correcta. Para un niño se trata de un problema importante ya que frenará su formación y progresión en la adquisición de las capacidades de lectura y de escritura, mientras que también influirá negativamente en su rendimiento en la escuela y disminuirá, si el diagnóstico no se ha encontrado aún, la confianza del niño en él mismo.
Paradójicamente, es aún muy frecuente que un niño disléxico, al que le cuesta aprender a leer y a escribir, sea considerado simplemente como un niño que no quiere a la escuela o que no tiene interés por aprender.
¿Cómo se manifiesta la dislexia?
Para comprender mejor de qué tipo de trastorno hablamos, es importante saber que el origen de la dislexia no es de naturaleza psÃquica o consecuencia de un déficit neurológico o sensorial. La causa de la dislexia, según recientes estudios, se encuentra en un defecto genético que compromete la organización de ciertas partes del cerebro y traba el aprendizaje de ciertas reglas de transformación de los signos en sonidos y a la inversa.
El niño disléxico comete a menudo errores de lectura y de escritura invirtiendo ciertas letras o sÃlabas, confundiendo ciertas letras que se parecen pero que están orientadas de otro modo ("p" y "b" por ejemplo) o mezclando letras semejantes ("m" y "n"). AsÃ, no sólo a nivel práctico, el niño puede tener dificultades para aprender la secuencia de los dÃas de la semana, las letras del alfabeto, las tablas de multiplicación o también puede tener problemas con la organización del espacio y tiempo (derecha/izquierda, ayer/hoy/ mañana).
Cuanto más tarde sea diagnosticada la dislexia, mayores consecuencias tendrá para el niño. Un diagnóstico precoz permitirá un refuerzo del niño tanto en la escuela como en la familia. Según los especialistas, es difÃcil descubrir la dislexia antes de que el niño haya acabado su primer año en la escuela primaria. En ese punto ya podrán efectuar pruebas especÃficas que permitirán tener una evaluación clÃnica neuropsicológica y neurofisiológica. Es importante, ante cualquier sospecha de dislexia, consultar a centros especializados y profesionales que sabrán establecer un diagnóstico.
¿Cómo ayudar a un niño disléxico?
Una vez diagnosticado el problema de dislexia, el niño podrá seguir programas especÃficos de aprendizaje que le ayudarán a adquirir las capacidades de lectura y de escritura propias de su edad. El aspecto psicológico es también muy importante. En la parte mayor de los casos, el hecho de poner un nombre al problema del niño, va a ayudar a este último (y a su entorno) a salvar los obstáculos más fácilmente.
Finalmente, es indispensable darle a entender al niño que a pesar de este problema, él también llegará a aprender a leer y a escribir como sus compañeros. Lo único es que seguirá simplemente un camino diferente de aprendizaje. En este sentido, los padres y los allegados deben animar al niño y poner en práctica todo lo posible para ayudarle a salvar las etapas y los obstáculos del aprendizaje.
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