Tipos de sordera infantil
La hipoacusia es un problema que afecta al 5% de la población mundial, de los cuales unos 34 millones son niños. Este problema hace que los pequeños presenten problemas para hablar, desarrollar relaciones sociales y en el aprendizaje.
En gran medida, las causas de la sordera infantil pueden ser prevenibles, como son las otitis no tratadas a tiempo o el uso de medicamentos ototóxicos. Por otra parte, la detección precoz de esta condición es clave, para evitar que afecte a los chicos de manera negativa.
En diversos países se han desarrollado programas de detección temprana, acompañados de tratamientos adaptados a la edad y condición de cada niño. De tal manera, que los padres deben conocer los síntomas más evidentes de la sordera infantil, a fin de buscar ayuda especializada.
¿Qué es la sordera infantil?
Se refiere a la incapacidad de percibir los sonidos por uno o ambos oídos, la cual presentan niños de distintas edades. Es un problema que se presenta en casi el 2% de los pequeños y en 1 de cada 1000, la pérdida de la audición puede ser total.
Cuando un niño sufre de hipoacusia, esto puede afectar de manera importante adquirir el habla, así como llevar a alteraciones en la voz. Igualmente, tiene influencia sobre la posibilidad de establecer relaciones sociales, retrasos importantes en el aprendizaje y puede influir en su comportamiento.
Algunos de los factores que aumentan el riesgo de pérdida auditiva en los infantes, son:
- Infección de la madre por diversos virus.
- Familiares con sordera congénita, de tipo neurosensorial o de aparición temprana, ya sea hereditaria o de causas no determinadas.
- Presenta un peso muy bajo al nacer (por debajo de los 1.500 gramos).
- Presencia de malformaciones craneofaciales asociadas a alguna de las estructuras del oído.
- Cuando el recién nacido ha tenido que ser sometido a ventilación mecánica por más de 5 días.
Tipos de sordera infantil
Según la zona del oído que se ve afectada y causa los problemas de audición, se reconocen los siguientes tipos de sordera:
- Neurosensorial: en este caso se puede ver afectada la estructura del oído interno, como la cóclea, o los nervios auditivos. Puede darse de forma congénita (al momento de nacer) o ser adquirida.
- Conductiva: se presenta cuando hay un obstáculo que evita que las ondas sonoras alcancen el oído interno y se puedan percibir los sonidos. Puede darse por presencia de tumores benignos, malformaciones o crecimiento de los huesos del oído, entre otros.
- Mixta: aquí se puede ver afectado tanto el oído externo y medio, lo que bloquea el paso del sonido y la parte interna. Es causada por lesiones que afectan todo el sistema auditivo o puede ser hereditaria.
Sordera infantil: Síntomas
Uno de los grandes problemas asociados a la hipoacusia en niños, es que no siempre es detectada a tiempo. Por tanto, los padres deben estar atentos y solicitar al médico que haga evaluaciones auditivas, en caso de que se presenten los siguientes síntomas:
Hasta los 12 meses
- El niño no se sobresalta cuando es sometido a ruidos fuertes.
- A los 6 meses no reacciona ni voltea la cabeza cuando se perciben sonidos.
- No es capaz de reconocer su nombre cuando se lo dicen cerca.
- A partir de los 10 a 12 meses no repite palabras sencillas como “mamá” o “papá”.
- Observas que voltea la cabeza hacia un estímulo visual, pero no cuando se hace un sonido o se lo llama por su nombre.
- Se aprecia que el pequeño es capaz de percibir solamente un tipo o nivel de sonido.
A partir de los 12 meses
- Tiene dificultades para comenzar a hablar.
- No pronuncia las palabras claramente.
- No sigue las instrucciones que se le dan. Esto no se debe confundir con falta de atención del pequeño.
- Se observa que suele subir mucho el tono de voz al hablar o el volumen del televisor, con respecto a otros miembros de la familia.
- Le cuesta seguir una conversación si no puede ver la cara de la persona que habla.
Detección precoz de la hipoacusia infantil
Para evitar las consecuencias en el desarrollo de los niños de la sordera, es clave detectar el problema a tiempo a fin de aplicar correctivos. En distintos países del mundo, se tiene un protocolo para diagnosticar de forma temprana la hipoacusia que consiste principalmente en:
- Prueba de cribado neonatal que se realiza antes de cumplir el mes de edad.
- Un diagnóstico más completo a los 3 meses de edad.
- Inicio de los tratamientos correctivos a partir de los 6 meses de edad.
Para el cribado neonatal, básicamente se realizan dos pruebas, las cuales tienen alcances diferentes y pueden aplicarse combinadas o no:
Emisiones otacústicas (OEA)
En este caso, el bebé puede estar dormido y se coloca una sonda en su canal auditivo, la cual emite estímulos sonoros que llegan hasta el oído interno. No se toma en cuenta el comportamiento del niño, sino la respuesta de sus células ciliadas.
La emisión de estas células es recogida por la sonda y, posteriormente, el especialista hace el análisis de su comportamiento. Se considera un método muy sencillo, pero no es capaz de detectar la hipoacusia neurosensorial, cuando es muy leve o tener problemas de fiabilidad por interferencias de ruido.
Potenciales auditivos evocados (PEATCa)
Para esto, se deben colocar unos electrodos en la cabeza del pequeño y auriculares en ambas orejas, donde recibirán el estímulo auditivo. Se registra de manera directa la respuesta de todo el sistema neural al sonido, tomando en cuenta tanto la zona coclear, el nervio auditivo y el tronco cerebral.
Con esta prueba es posible hacer una detección más precisa tanto de la hipoacusia conductiva como la neurosensorial. Sin embargo, también tiene problemas para detectar pérdida auditiva leve o ante algunas frecuencias de sonido, al igual que aquellas que son de aparición tardía.
En España, este programa de cribado neonatal se inició en 1998 y se realiza entre el día 2 a 3 del nacimiento del bebé. Para esto, se le hace a todos los recién nacidos la prueba OEA y cuando hay algún factor de riesgo, se combina la OEA con la PEATCa.
Causas de pérdida auditiva en niños
La hipacusia infantil puede ser producto de distintos factores tanto congénitos como adquiridos por el niño. Entre las causas más frecuentes señaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), están:
- Diversos factores que genéticos que llevan a pérdida de audición, hereditaria o no.
- Cuando la madre sufre infecciones intrauterinas que afectan al feto, siendo las más graves, rubéola y aquellas causadas por los citomegalovirus.
- Uso de algunos medicamentos ototóxicos durante el embarazo, como aminoglucósidos, diuréticos o antipalúdicos.
- Problemas de falta de oxígeno al momento del parto (asfixia perinatal).
- Cuando el bebé sufre ictericia grave durante los primeros días de vida.
- Un peso muy bajo al momento del nacimiento.
- Padecer algunas enfermedades infecciosas en los primeros años de vida, como sarampión, meningitis o parotiditis.
- Sufrir de otitis crónicas que no son tratadas de manera adecuada.
- Presencia de líquido dentro del oído (otitis supurativa en la zona del oído medio).
- Conducto auditivo obstruido por algún objeto extraño o el cerumen.
Tratamiento hipoacusia infantil
Una vez que se ha comprobado la pérdida auditiva en los niños, es de vital importancia empezar a tratarla para evitar sus consecuencias negativas. Esto va a depender de la edad del menor, el tipo de hipoacusia que presenta y el nivel de la misma.
Los métodos más usados para tratar la sordera infantil, son la logoterapia, enseñanza del lenguaje de signos y el uso de aparatos auditivos.
El uso de audífonos para sordos, es muy útil para diversos tipos de hipoacusia y tiene la ventaja de integrar rápidamente al pequeño a su entorno. Estos equipos les permiten percibir mejor los sonidos, lo que ayudará a que maneje mejor el habla y pueda comunicarse más claramente con las otras personas.
Por su parte, la logoterapia contribuye a manejar los trastornos de la voz que haya desarrollado el pequeño por la falta de audición. Cuando la hipoacusia es severa, el aprendizaje del lenguaje de signos, es una excelente herramienta para que los niños sean capaces de expresarse.
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