Cómo ayudar a los niños a superar las fobias infantiles
El miedo hace parte de nuestra constitución profunda como seres humanos, nos mantiene alerta ante situaciones de peligro y evita que hagamos algo indebido. Cuando se es niño esos miedo se hacen más patentes pues aún no entendemos el mundo en su totalidad. No obstante, como padres, se debe tener un acompañamiento, racionalizar el miedo y comprender que, aunque sea algo no muy placentero para nuestro niño, puede, también, ser algo bueno que lo hará comprender el mundo y que, a la larga, generará confianza en su persona, una vez haya superado aquello que lo atemoriza.
No se debe confundir el miedo con las fobias. El primero es una reacción para ponerse a salvo de algo tangible, las segundas aluden a lo irracional. En ninguno de los dos casos se debe temer por la salud del niño, sin embargo con las fobias se debe hacer un monitoreo continuo para estar seguros de que ese temor irracional no continúa a lo largo del tiempo.
Si tu hijo presenta algún miedo, lo más importante es acompañarlo, además de entender que el niño pasa por muchas etapas y que sus temores se irán cuando cada una de estas concluyan. Muchos creemos conocer todas las causas por la cuales nuestro hijos sienten alguna clase de temor, pero estas pueden ser tan variadas como niños hay en el mundo. Aquà les mostramos cinco de las más comunes y las formas de ayudar a superarlas.
Miedo a la oscuridad
El miedo a la oscuridad es tan antiguo como el mundo. Nos ha acompañado desde que vivÃamos en las cavernas y tenÃamos que mantener alertar a las amenazas nocturnas. Esto mismo experimenta el niño. Una vez se han apagado las luces, su imaginación empieza a volar, y ya sabemos que la niñez es el reino de la imaginación; entonces cualquier cosa, por pequeñas que sea, se puede traducir en una amenaza: una puerta a medio abrir puede llegar a ser la cueva de un monstruo, una camisa se convertirá en algún hombre con malas intenciones, un ruido fortuito el ser que vive debajo de la cama.
Estos miedos deben tomarse con seriedad, pues a la larga pueden generar problemas mayores en nuestro niños. Una solución es conversar con ellos, explicarles que las amenazas se encuentran en su cabeza, apagar las luces y jugar en la oscuridad. Hacerla ver como algo normal, en la cual no se ocultan peligros. Sin embargo, si el miedo persiste, existen lámparas de luz nocturna que pueden generar una sensación de comodidad. Además existen muchos libros infantiles que tratan este problema, entre ellos uno de los más conocidos es La oscuridad, del autor Lemony Snicket, donde un niño hace frente a la oscuridad y descubre que no es tan mala como pensaba.
Miedo a la separación
Uno de los miedos más comunes es el temor a la separación. Esto suele ocurrir en los primero años, cuando el niño pasa de la vida familiar al encuentro con el mundo. Usualmente, se suele presentar en el momento en que comienza la escuela, lo cual es un shock para él, pues tiene que salir de su zona de confort y enfrentar una nueva realidad. En estas situaciones es bueno hablar con el niño, explicarle la situación, pero al mismo tiempo ser firme, pues separarse es algo normal e incluso benéfico para él.
Miedo al colegio
El miedo a la separación no es el único que llega con la entrada del niño al colegio. El mismo lugar, por sus practicas sociales, puede generar un temor muy grande en ellos. En estos casos se debe tener mucho cuidado, ya que si el niño presenta un miedo muy profundo a asistir a clase puede ser sÃntoma de que algo malo ocurre. Quizá un caso de bullying,  tal vez miedo al rechazo de sus compañeros o a fracasar en las actividades que se le presentan. En todos los casos es un deber del padre estar atento a lo que su hijo experimenta en el colegio, hablar con sus profesores e informarse de lo que hace, esto con el fin de entender de manera profunda y, de esa manera, generar una estrategia de acción
Miedo a la soledad
Cuando el niño se siente indefenso, abandonado, solo en definitiva, comienza a sentir ansiedad y es aquà cuando lo padres deben intervenir. La soledad no es del todo mal, ayudará a los más pequeños a defenderse por sà mismos, pero no está de más acompañar al niño, entender y comprender qué genera el miedo y luego hablar para llegar a superarlo.
Miedo a los animales
 Aunque es muy común el miedo a los animales, o a ciertos animales, se puede resolver poniendo al niño en contacto con dichos seres. Si le teme a los perros, qué mejor que mostrarle un cachorro, volver su temor algo inofensivo. Los animales son amigos de los niños, ellos deben verlos como tal; como padres debemos generar esa empatÃa para con ellos.
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