¿A qué edad le salen los dientes a los niños? Etapas y cuidados
La salida de los dientes en los pequeños es un paso importante en su crecimiento. Comienza en los primeros meses y sigue hasta los seis años. Durante este tiempo, surgen las piezas temporales, lo que indica una evolución normal. Es clave prestar atención a su higiene bucal para evitar posibles problemas.
Dientes incisivos
La salida de los primeros dientes en los bebés suele iniciar entre los 4 y 7 meses, aunque en algunos casos puede adelantarse o retrasarse sin que eso sea motivo de preocupación. Lo habitual es que empiecen a aparecer los dientes frontales de abajo, seguidos por los superiores. Estos primeros dientes son pequeños, rectos y suelen aparecer en pares.
Este proceso puede causar cierta molestia en los pequeños. Es común que empiecen a babear más de lo normal, se lleven constantemente cosas a la boca o se muestren más inquietos de lo habitual. Incluso pueden tener problemas para conciliar el sueño o presentar un leve aumento en la temperatura, lo cual es una respuesta normal del cuerpo frente al empuje de los dientes a través de las encÃas.
Para aliviar esas molestias, es útil ofrecer juguetes frÃos para morder o realizar pequeños masajes con los dedos limpios o una gasa húmeda. También es importante comenzar con el cuidado de la boca desde el primer diente. Usar una gasa o un dedal de silicona para limpiar ayuda a mantener la zona sana y a establecer rutinas de higiene desde los primeros meses.
Dientes laterales y primeros molares
Entre los 9 y los 16 meses suelen aparecer los dientes situados a los lados de los centrales, completando la parte delantera de la dentadura. Estos nuevos elementos permiten que el pequeño comience a morder alimentos de mayor firmeza. Más adelante, entre los 13 y 19 meses, es frecuente que salgan las primeras muelas. Estas piezas más anchas tienen como función deshacer los alimentos, lo que representa un paso importante en la forma en que el niño se alimenta.
Con la llegada de más dientes, se vuelve fundamental mantener una rutina de higiene en la boca. Aunque el niño aún no sepa enjuagarse correctamente, es conveniente utilizar un cepillo suave y una crema dental apropiada para su etapa. La cantidad de pasta debe ser muy pequeña, similar a un granito de arroz. Es clave que un adulto supervise este proceso para enseñarle cómo hacerlo correctamente y evitar que trague la pasta.
Durante estos meses es común que las encÃas se inflamen otra vez, lo que puede causar incomodidad. Si el malestar es fuerte o la fiebre no desaparece, lo más sensato es acudir al médico para asegurarse de que no haya alguna infección o problema oculto. Cuidar la boca desde temprano ayuda a establecer hábitos saludables para el futuro.
Molares y colmillos
Entre los 16 y los 23 meses, comienzan a salir los colmillos, que se encuentran entre los dientes frontales y las muelas. Su forma afilada les permite romper alimentos sólidos con mayor facilidad. Posteriormente, entre los 23 y los 33 meses, surgen las últimas muelas de esta etapa. Con su llegada, hacia los tres años, la mayorÃa de los pequeños ya tiene los 20 dientes temporales formados.
Aunque estos dientes se caerán con el tiempo, es muy importante mantenerlos sanos. Si alguno sufre caries, podrÃa dañar las piezas que vendrán más adelante. Por esta razón, es fundamental enseñar buenos hábitos de limpieza desde el principio, evitar dulces en exceso y visitar al dentista con frecuencia para revisar el estado bucal del niño. Un buen cuidado durante esta fase previene problemas más graves en el futuro.
Siempre es una buena idea llevar a los niños a dentistas especializados como la clÃnica de clinicadentalcalma.com donde los menores pueden disfrutar del mejor servicio de odontopediatrÃa. La atención profesional en esta etapa no solo previene problemas, sino que también enseña a los más pequeños a confiar en el cuidado dental.
¿Por qué los dientes de leche son tan importantes?
Los dientes temporales tienen un papel muy importante en el crecimiento infantil. No solo permiten triturar los alimentos, también marcan el camino que seguirán los dientes definitivos. Gracias a ellos, la mandÃbula se va formando correctamente y el niño puede aprender a hablar con claridad desde pequeño.
Si alguno de estos dientes se cae antes de tiempo, pueden aparecer problemas como el movimiento de otras piezas o una mala alineación, lo que podrÃa requerir intervenciones costosas más adelante.
Es fundamental prestar atención a cualquier señal extraña como golpes, cambios de color o molestias al comer. En esos casos, lo mejor es visitar a un especialista en salud dental infantil para revisar la situación y tomar medidas que eviten complicaciones futuras.
¿Qué cuidados tiene que hacer el niño?
Desde muy pequeños, antes de que salgan los dientes, es importante cuidar la boca del bebé. Pasar una gasa húmeda por las encÃas después de cada toma ayuda a mantener limpia la zona y la prepara para la futura dentición. Cuando ya comienzan a salir los primeros dientes, es recomendable cepillarlos suavemente dos veces al dÃa con movimientos circulares.
Evitar el biberón con leche o jugos antes de dormir es clave, ya que los restos de azúcar pueden quedarse en la boca durante horas y causar problemas como las caries tempranas. Esta condición, conocida como caries del biberón, puede dañar varios dientes al mismo tiempo y es más habitual de lo que se piensa.
También es importante vigilar ciertas costumbres, como chuparse el dedo o usar chupete por mucho tiempo. Si estos hábitos continúan después de los tres años, pueden modificar la forma en que los dientes crecen y afectar la mordida. En estos casos, un odontólogo infantil puede orientar para dejar estas prácticas poco a poco.
Lo que el niño come también tiene un papel clave. Frutas, vegetales y productos con calcio fortalecen la boca, mientras que los dulces y bebidas azucaradas elevan el riesgo de daño dental.
¿Por qué hay que ir al odontopediatra?
Es fundamental llevar a los niños al odontólogo desde pequeños, sin esperar a que surjan molestias. Estas visitas permiten observar cómo crecen los dientes, detectar hábitos inadecuados y hacer que el entorno médico sea más familiar y cómodo para ellos.
Acudir a un centro especializado en atención infantil, como la clÃnica dental Calma, facilita que los pequeños se sientan seguros. Allà reciben un trato cercano y acorde a su etapa de desarrollo, lo que disminuye el temor y mejora su experiencia.
Revisar la salud bucal con regularidad permite identificar problemas como caries o desalineaciones de forma temprana. Esto evita procedimientos complicados más adelante y promueve una actitud positiva hacia el cuidado de los dientes desde las primeras etapas de la vida.
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